
La familia de las liliáceas incluye plantas ornamentales, como el tulipán, el lirio de los valles o el jacinto de los bosques, pero también plantas alimenticias (ajo, cebolla, espárrago). Las orquídeas son principalmente conocidas y apreciadas por su belleza. Estas dos familias de plantas son, al igual que las gramíneas, monocotiledóneas, pero sus flores son mucho más hermosas y coloridas.
Una liliácea típica es el tulipán
En cambio, el bulbo vive muchos años bajo tierra y durante la primavera, vuelve a formar tallo, hojas y flor; es por ello que el tulipán se clasifica dentro de las plantas vivaces.
La flor del tulipán está compuesta por tres sépalos y tres pétalos, que tienen la misma forma y color; por seis estambres, dispuestos en dos hileras de tres, y por un pistilo.
Las orquídeas
Las orquídeas constituyen una familia muy importante (hay más de 20.000 especies). Sus flores, compuestas por tres pétalos, son simétricas, y están formadas por dos mitades idénticas; sus estambres, en un número de dos, tienen forma de mazo y contienen granos de polen aglomerados: los polinios.
El crocus o azafrán (Crocus sativus) pertenece, al igual que el lirio, a una familia cercana a las liliáceas: las iridáceas.